Si bien las personas deben ser lo primero en la institución, la eficiencia y eficacia que éstas pueden lograr depende en gran medida de los medios, las infraestructuras y el entorno físico con que cuenten en sus puestos de trabajo. Es frecuente que las personas responsables de dirigir una organización se dejen seducir por la idea de construir nuevas y grandes infraestructuras que de alguna forma les hagan perdurar en la memoria. Nosotros consideramos, por el contrario, que la prioridad, antes de cualquier nueva aventura, debe ser garantizar el buen estado y funcionamiento de las que ya tenemos. Más metros cuadrados no aportan nada a nuestra institución si es a costa de que los que ya tenemos no alcancen la funcionalidad deseada o se queden obsoletos. Todos los que formamos parte de la Universidad de Salamanca (estudiantes, personal de administración y servicios, docentes, investigadores) debemos contar con entornos de trabajo confortables y con instalaciones y equipos que nos permitan alcanzar la máxima excelencia. Toda la comunidad universitaria debe trabajar a gusto. No es un capricho, no es un gasto, es una inversión que redundará en importantes resultados.
- Racionalizaremos el uso de los espacios e inmuebles de la Universidad. Optimización y equilibrio en las tasas de utilización. La Universidad dispone de diversidad de espacios e instalaciones (salones de actos, salas de reuniones, etc.,) que, a pesar de ser poco utilizados, no están disponibles para toda la comunidad universidad, no está clara la forma de acceder a ellos o resulta complejo y burocrático hacerlo. Una gestión centralizada de estos espacios, con información pública de disponibilidades (a través de una web) e información clara sobre prioridades contribuiría a optimizar el acceso a los mismos.
- Priorizaremos las obras de mejora necesarias en las facultades y edificios que no presentan condiciones óptimas frente a la construcción de nuevas instalaciones vacías. Debemos garantizar que las tareas docentes, investigadoras y de gestión se realizan en instalaciones que presentan unas condiciones óptimas. Esta es la base para el bienestar tanto del personal (PDI y PAS) de la Universidad como de nuestros estudiantes. Esto debe priorizarse frente a la construcción de nuevas instalaciones. Queremos mejores espacios, no más espacios. Queremos un crecimiento sostenible y racionalizado, no minutos de protagonismo en fotos e inauguraciones. Tiene especial importancia en la actualidad la electrificación de aulas, los tiempos cambian y nuestros estudiantes necesitan acceder a la red eléctrica para cargar sus ordenadores y equipos.
- Incluiremos cláusulas ambientales y sociales en los contratos. Potenciar la responsabilidad social de nuestros socios y aliados. La Universidad contrata anualmente un volumen muy importante de productos y servicios y, a través de esta contratación, debe potenciar su compromiso con un desarrollo sostenible y con el bienestar de las personas. Por ello, consideramos necesario incorporar clausulas y condiciones medioambientales y sociales en los pliegos de contratación. Comprar bien no es sólo comprar barato.
- Potenciaremos la compra pública innovadora. Favorecer la colaboración con empresas y organizaciones innovadoras mediante la adjudicación de los encargos de la Universidad, beneficiando también a nuestros grupos de investigación. La contratación de la Universidad también debe potenciar la innovación, en particular la innovación generada por nuestros propios grupos de investigación. Consideramos necesario incorporar cláusulas que premien las actitudes innovadoras en nuestros proveedores y que favorezcan a nuestros propios grupos.
- Desarrollaremos de un verdadero plan de eficiencia energética y gestión ambiental. Los esfuerzos realizados hasta el momento han sido parciales y limitados, sin abordar de forma global, sistemática y realista el impacto ambiental de la Universidad de Salamanca. El consumo de energía constituye una partida presupuestaria muy significativa y estamos convencidos de que las mejoras en este sentido, no sólo son necesarias desde un punto de vista socialmente responsable, sino que también pueden generar importantes retornos desde el punto de vista económico.
- Garantizaremos mayor transparencia en la gestión de recursos económicos. El presupuesto de la universidad está lleno partidas de ‘gastos variados’ nada desdeñables. La ejecución del mismo se comunica en grandes epígrafes sin que la comunidad universitaria tenga muy claro a qué se dedican los recursos. Las cuentas de las sociedades participadas se publican de forma muy agregada, lo justo para cumplir con los requisitos legales. Creemos que es necesario detallar mucho más la información económica, de forma que sea mucho más evidente y visible el buen uso de los recursos disponibles.
- Racionalizaremos los horarios para la adaptación de los mismos a las necesidades de los distintos usuarios. No todos los centros y edificios reciben al mismo tipo de usuarios y, por lo tanto, no todos deben ajustarse al mismo calendario de apertura ni al mismo horario. Debe facilitarse el acceso a las instalaciones, lo que requiere un estudio individualizado de cada una de ellas. Tiene especial importancia garantizar lugares de estudio abiertos las 24 horas, especialmente en periodo de exámenes.
- Potenciaremos el programa de acción social. Las personas por delante de las instalaciones. El programa de acción social contribuye a mejorar la calidad de vida de muchas que dedican su esfuerzo y su trabajo a hacer una universidad mejor. La dotación del programa debe incrementarse y consideramos que, al menos un 10% del superávit que pueda conseguirse en cada ejercicio presupuestario, debería dedicarse a este programa.
- Protegeremos el patrimonio de la USAL. Debemos poner más en valor el patrimonio rústico de la Universidad, posibilitando que los estudiantes y todo el personal de la USAL pueda acceder y disfrutar de sus instalaciones.
- Invertiremos en Facultades. Varios centros de la Universidad tienen necesidades especiales que deben ser atendidas. Es preciso dotar de un nuevo edificio (en La platina) a la Facultad de Ciencias Agrarias y Ambientales. También es necesario llevar a cabo una ampliación de la Facultad de Geografía e Historia. E igualmente necesario es llevar a cabo la reforma y ampliación de la Facultad de Psicología (Claretianos). Muchas mejoras también son precisas en la facultades de Bellas Artes, Educación, Medicina, Ciencias, Químicas, Filología…. Las adecuadas condiciones de climatización de todos los edificios serán prioritarias.